«Nuestro estudio es patrimonio del mundo de la danza, ¡teníamos que salvarlo!»

David Puso en marcha una campaña de microfinanciación colectiva para salvar un popular centro de arte y de danza contemporánea de la quiebra Bélgica, Bruselas

Hay proyectos que siembre vale la pena salvar cueste lo que cueste. Eso es lo que pensó el equipo del centro de arte belga Tictac ante el confinamiento. «Somos una organización joven, sin ánimo de lucro, que promueve el arte y la danza contemporánea tanto a nivel local como internacional. Nos hemos convertido en un conocido punto de encuentro del mundo de la danza europea e intercontinental», explica David Zambrano, director de Tictac. A medida que Bélgica endurecía sus medidas de confinamiento, el grupo se dio rápidamente cuenta de que el proyecto podría no superar la crisis. Después de varias semanas buscando soluciones, al final optaron por una campaña de microfinanciación colectiva. «Teníamos que salvar el proyecto y esa era una de las pocas opciones posibles. La campaña acabó siendo un éxito. No hay duda de que no habríamos podido sobrevivir sin el apoyo de los artistas, bailarines, estudiantes y amantes del arte que nos hicieron llegar sus donaciones», concluye David.

«La familias togolesas tienen problemas: tenía que hacer algo»

Kadi Prepara y entrega lotes de comida a madres jóvenes y recién nacidos en Togo Bélgica, Bruselas

Kadi vive en Bélgica y no podía soportar la imagen de los problemas de las familias en su país de origen. «Soy de Togo y la situación allí es particularmente mala debido a la COVID-19. La gente tiene problemas por el toque de queda y sus ingresos, ya de por sí bajos, están disminuyendo considerablemente».  Kadi tenía que hacer algo. Así que decidió distribuir lotes de comida específicos para mujeres que acaben de dar a luz y sus recién nacidos. Ya se han preparado más de un centenar de lotes para su distribución en Sokodé, la zona norte de Togo. «La idea es proporcionar a esas familias el mínimo indispensable de modo que empiecen bien su maternidad», explica Kadi. «También colaboramos con médicos y sufragamos consultas médicas en caso necesario». La UE es consciente de los problemas en los países de terceros. Se ha preparado un paquete por un importe de 20 000 millones de euros, denominado «Equipo Europa», para ayudarles a combatir la crisis de la COVID-19. Entre tanto, un puente aéreo humanitario traslada suministros de emergencia a zonas críticas en todo el mundo.

«Quería estar ahí»

Elena Puso su experiencia en el servicio médico del Parlamento Europeo al servicio de los pacientes con COVID-19 del Hospital Universitario Saint Pierre Bélgica, Bruselas

Para el Hospital de Saint Pierre, uno de los que más ha luchado contra la COVID-19 en Bruselas, toda ayuda era poca. Elena no se lo pensó dos veces y se presentó voluntaria: «Quería estar ahí», nos dice. Elena había estado trabajando un año en el servicio médico del Parlamento Europeo en Bruselas cuando se presentó, el 16 de abril, en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Universitario de Saint Pierre. «Llegué cuando lo peor ya había pasado, pero todas la camas de la UCI estaban aún ocupadas por pacientes de COVID-19. Mi trabajo era ayudar al personal de enfermería en primera línea. Nos ocupábamos de los pacientes, les dábamos su tratamiento y les prestábamos la ayuda que necesitaban. Con Bélgica recuperándose poco a poco, Elena ya puede volverse a casa. «Hubiera querido quedarme hasta que la COVID-19 fuera solo un mal recuerdo, pero tenía que volver a mi puesto de trabajo. Una parte de mi corazón se queda para siempre en el hospital y en el Parlamento», concluye.

«No podría haber vuelto a casa sin la ayuda de la UE»

Awa Seck Pudo volver a casa en condiciones de seguridad gracias a la ayuda de la UE Bélgica, Bruselas

Algunos ciudadanos europeos quedaron atrapados en el extranjero cuando los Estados miembros de la UE cerraron sus fronteras. Está claro que durante la crisis lo mejor era quedarse en casa, pero ¿y si te había pillado fuera? A Awa le pasó, sin ir más lejos. A esta ciudadana belga, la pandemia la sorprendió en un viaje a Senegal. El Centro de Coordinación de la Respuesta a Emergencias organizó vuelos para volver a Europa, para que Awa y otros miles de residentes en la Unión pudieran volver a casa en condiciones de seguridad. La Unión Europea está ayudando a los Estados miembros a coordinar la asistencia y las operaciones consulares de repatriación de ciudadanos europeos desde todos los rincones del mundo. Hasta ahora han ayudado a 85 000 personas a volver a sus casas en Europa durante la crisis.

«Vie Féminine ayuda a las mujeres a no perder sus derechos ni sus vínculos sociales»

Yasmina y Fatima Ofrecen un servicio de llamadas y un grupo de Facebook para que las mujeres necesitadas se puedan ayudar unas a otras Bélgica, Charleroi

En Bélgica, las mujeres en situación difícil tienen siempre abiertas las puertas de la organización feminista Vie Féminine. Pero el coronavirus trajo nuevos problemas: las mujeres necesitaban más ayuda que antes, pero también era cada vez más difícil organizar el trabajo. Para solucionarlo, Fatima y Yasmina hicieron gala de imaginación. Organizaron rápidamente una línea telefónica permanente para que las mujeres de Charleroi puedan mantener los vínculos y ejercer sus derechos sociales por teléfono. Vie Féminine ha organizado este mismo servicio en cinco regiones de Valonia. Las dos representantes de Vie Féminine crearon un grupo de Facebook llamado Confinées et solidarités («Confinadas y solidarias»). «Este grupo permite a las mujeres estar en contacto y ayudarse durante el confinamiento. Partiendo de iniciativas privadas (como ideas para entretener a los niños, reparto de alimentos o ayuda de emergencia) logramos crear un espíritu común de ayuda mutua entre los miembros del grupo», nos cuentan Fatima y Yasmina.

«Me encanta mi trabajo y desde luego voy a seguir haciéndolo»

Jacqueline La destinaron al servicio dedicado a la COVID-19 en su hospital Bélgica, Bruselas

La Organización Mundial de la Salud declaró 2020 Año Internacional del Personal de Enfermería y de Partería para celebrar el bicentenario del nacimiento de Florence Nightingale. No estaba en absoluto previsto que este año estuviera también marcado por una crisis sanitaria internacional que está afectando a toda la sociedad. Todo el mundo lucha contra los efectos de la pandemia y el personal de enfermería lo hace en primera línea. Muchos de estos profesionales han debido adaptar sus tareas habituales, como le ha ocurrido a Jacqueline, que normalmente trabaja en fisioterapia pero ahora se dedica a la atención directa de pacientes con COVID-19. Esta adaptabilidad era inédita en el mundo de la enfermería. A lo largo de la historia, la enfermería ha desempeñado una función fundamental en tiempos de crisis y ha permitido salvar vidas y aliviar el sufrimiento a través de los cuidados y la innovación. La Unión Europea se esfuerza por que todo el personal sanitario tenga a su alcance el material necesario para poder realizar en condiciones de seguridad su imprescindible labor.

«Cuidamos al 100 % de nuestros clientes»

Erika Tiene una tienda de comestibles que por solidaridad decidió reforzar el servicio de reparto Bélgica, Heppenbach

Con la pandemia, los mayores y las personas que pertenecen a grupos vulnerables se lo piensan dos veces antes de acercarse al súper. Por eso, la tienda que Erika regenta en un pueblecito belga ha reforzado el reparto a domicilio, para que nadie se quede sin lo imprescindible. Erika utiliza las redes sociales para que sus clientes sepan que en la tienda todavía tiene los productos que necesitan, y también apoya a los productores locales para mostrar su solidaridad con la cadena de abastecimiento local. Erika es miembro de la asociación «Emma 2.0.», que reúne a varios negocios locales de la comunidad germanohablante de Bélgica. Ahora están centrados en proyectos de responsabilidad social en zonas rurales poco pobladas.

«Con esta pandemia, hay quien se va a la cama con hambre. La donación de alimentos puede ser vital»

Mohamed, Bilal y Hamza Reparten paquetes de comida a las familias que los necesitan Bélgica, Bruselas

La crisis del coronavirus ha dejado en muy mala situación económica a muchos hogares, reduciendo su presupuesto para alimentación. Familias monoparentales, parados, estudiantes, refugiados, inmigrantes y tantos otros colectivos pueden tener problemas hasta para comer. Un paquete de alimentos puede suponer un alivio para muchos hogares. Este es el motivo por el que Mohamed, Bilal y Hamza, tres amigos del barrio Anneessens de Bruselas decidieron montar esta iniciativa solidaria cuando empezó el confinamiento. Preparan y reparten paquetes de alimentos donados directamente por particulares o por pequeños comerciantes, pues no cuentan con ningún patrocinio. Más de veinte voluntarios participan en esta actividad. Más iniciativas similares han ido surgiendo en otras zonas de Bruselas inspirándose en esta.

«Hagamos un hueco en el corazón a nuestros vecinos invisibles»

Cynthia Recetas de chef para gente sin casa Bélgica, Bruselas

La asociación Solidarité Grands Froids («solidaridad de invierno»), llevada exclusivamente por voluntarios, trabaja durante todo el año en Bruselas con gente que vive en la calle. Con la crisis del coronavirus, casi todas las asociaciones que trabajan con las personas sin hogar cerraron sus locales, sumando un obstáculo más al combate cotidiano de nuestros vecinos invisibles. Cynthia Simpson, fundadora de la asociación, decidió que no podía sentarse a mirar cómo la crisis sanitaria daba el golpe de gracia a este grupo vulnerable. Junto con ocho voluntarios más de su equipo y dos chefs de renombre, decidió mimar el paladar y la salud de las personas necesitadas. Rápidamente se corrió la voz: a las cuatro de la tarde, este grupo sirve deliciosas comidas en las principales estaciones de tren y en el centro de Bruselas. También reparte kits de higiene, calcetines limpios y otros productos procedentes de donaciones.

«Las medidas contra la COVID-19 son fundamentales, pero han de respetar los derechos humanos y la dignidad de todos»

Anne-Sophie Piensa en las necesidades de los más mayores Bélgica, Overijse

La pandemia no puede llevarnos a pisotear los derechos ni la dignidad de nuestros mayores. Anne-Sophie es la secretaria general de AGE Platform Europe, una gran red europea que defiende estos derechos. Los mayores ayudan muchísimo a sus familias y a sus comunidades, a veces sacrificando su propio bienestar para cuidar de los demás, ya sean nietos, parientes o vecinos. Desde el principio de la crisis, el personal de AGE ha estado concienciando sobre los efectos que esta ha tenido sobre los derechos de los mayores, y aclarando cuestiones éticas. Los servicios de salud y asistencia para personas mayores han de entender las dificultades con que estas se topan, empezando por el acceso al tratamiento y la atención médica. En consulta con sus miembros, AGE ha hecho pública su posición en «La COVID-19 y los derechos de las personas mayores» y ha creado una página web con ejemplos de cómo ayudar a personas mayores aisladas.

«Vamos a hacer lo posible para tener cuanto antes una vacuna contra la COVID-19 a un precio asequible»

Consorcio paneuropeo para el desarrollo acelerado de una vacuna monodosis contra la COVID-19 Unieron sus fuerzas para desarrollar y fabricar una nueva vacuna basada en adenovirus Bélgica, Bruselas, Roma, Berlín

Para proteger a los grupos de alto riesgo, contener la propagación de la enfermedad y descargar al sistema sanitario, urge encontrar cuanto antes una vacuna. No solo hay que desarrollar una vacuna segura y que proteja: es también importante fabricar millones de dosis a un precio asequible en un tiempo récord. Con este triple objetivo, tres empresas biotecnológicas europeas se han unido en un consorcio paneuropeo. La italiana ReiThera Srl., la alemana LEUKOCARE AG, y la belga Univercells S.A. han anunciado su colaboración para desarrollar y fabricar una vacuna contra la COVID-19. Los ensayos clínicos comenzarán este verano, y poco después pasarán a producir vacunas a gran escala. Cada socio aportará su especialización: el primero en desarrollo de vacunas que utilizan un vector, el segundo en formulación de vacunas y el tercero en fabricación de vacunas. La UE ha organizado también una recaudación de fondos online que espera conseguir 7 500 millones de euros para vacunas, medicamentos y diagnósticos con el objetivo de luchar contra el coronavirus en todo el mundo.

«Ellos nos ayudan, y ahora nos toca a nosotros ayudar a protegerlos»

Julie y Cathy Pone en contacto a donantes y aficionados a la costura con los trabajadores que necesitan batas de protección Bélgica, Bruselas

Julie (fundadora) y Cathy han creado el grupo de Facebook «Les Petites Mains Bruxelloises pour des Blouses» (las manitas de Bruselas que cosen batas). Los donantes aportan sábanas, fundas de edredón o manteles y los voluntarios, aficionados a la costura, los transforman en batas para el personal sanitario. Hasta la fecha, este grupo ha entregado más de cincuenta batas a hospitales y residencias de mayores. Julie y Cathy siguen buscando voluntarios para poder coser 500 batas.

«Dadnos aguja e hilo y tejeremos lazos de solidaridad»

Masque tissu - Solidarité Coronavirus Han creado un grupo para la creación y distribución de mascarillas de fabricación casera Bélgica, Bruselas

Las mascarillas son una herramienta muy útil para evitar que propaguemos la COVID-19, y para proteger a quienes nos rodean. Pero lo cierto es que la demanda es tan grande que resulta difícil encontrar mascarillas de un solo uso. «Masque tissu - Solidarité Coronavirus - Belgique» decidió resolver este problema creando y distribuyendo mascarillas reutilizables. El grupo de Facebook permite a quienes necesitan mascarillas ponerse directamente en contacto con quienes las fabrican.

«Me enorgullece ver cómo se esfuerzan mis colegas para ayudar a la comunidad local»

Joelle Trabaja en una empresa que ofrece a sus clientes productos para una alimentación saludable Bélgica, Bruselas

Es importante cuidar la salud y poder alimentarse de forma responsable y sostenible durante el confinamiento. Joelle trabaja en una cooperativa de productos locales, éticos y biológicos. Explica que la empresa se esfuerza por promover dietas nutritivas, incluso en estos tiempos extraños. En circunstancias tan difíciles, la solidaridad entre los colegas, entre los clientes y entre todos los europeos es fundamental. No podemos pasar por alto los grandes esfuerzos que los negocios locales están haciendo para apoyar a sus comunidades y a los productores locales, especialmente en momentos de crisis como este.

«No podíamos quedarnos de brazos cruzados asistiendo desde lejos al sufrimiento de Italia. En esto consiste Europa: en que cada uno ponga algo de su parte»

Red de Jóvenes Italianos en Bélgica Recauda fondos para apoyar a la Cruz Roja Italiana en el país más damnificado de Europa Bélgica, Bruselas

Para los italianos que viven fuera de Italia, ver a su país tan castigado por la pandemia es algo muy doloroso. La Red de Jóvenes Italianos en Bélgica decidió ayudar de forma concreta, pidiendo donaciones a través de un captador de fondos, para apoyar a la Cruz Roja Italiana. Lo recaudado ayudará al personal y los voluntarios de la Cruz Roja Italiana que luchan en primera línea prestando asistencia médica, apoyando a la población y organizando sistemas de asistencia. Estas acciones de solidaridad ciudadana crecen cuando se asoman a Europa. Para facilitar la colaboración entre los Estados miembros, la Decisión de la Unión Europea sobre las amenazas transfronterizas graves para la salud garantiza el acceso a productos médicos a precios justos y desde toda Europa, lo que permite a países especialmente afectados como Italia adquirir los equipos que necesitan.

«Ayudo a otros europeos, y a la vez hago lo que más me gusta»

Elena Da clases de yoga gratis en internet Bélgica, Bruselas

Cuando el mundo empezó a organizarse en internet, Elena decidió ofrecer clases de yoga gratuitas a las personas confinadas en sus casas. La respuesta ha sido abrumadora, y los participantes han donado más de 800 euros para los hospitales italianos en las dos primeras semanas. El valor de la unidad y la solidaridad europea puede aflorar de muchas formas. Elena es un ejemplo muy revelador de cómo podemos congregar a personas de toda Europa sin desatender las recomendaciones sanitarias y cívicas. También se han mostrado solidarias algunas empresas digitales, como Netflix, Youtube o Facebook, que han aceptado, a petición de la UE, reducir la calidad de sus transmisiones en directo en Europa para no sobrecargar la red en unos momentos en que no queda otra que estar en casa.

«Nuestro patrimonio común europeo resuena en la música; une a las personas más allá de las fronteras»

Roch Creó una orquesta de flauta a distancia con sus alumnos; propaga la solidaridad y la amistad por Europa Bélgica, Houyet

En cuanto cerraron las escuelas de música, Roch empezó a buscar soluciones para mantener el contacto con sus alumnos y seguir enseñando. Al principio les pidió que le mandaran grabaciones de su trabajo, para poder comentarlo con ellos. Los estudiantes estaban tan motivados que a Roch se le ocurrió la idea de crear una orquesta de flauta a distancia para tocar la Oda a la Alegría de Beethoven, como había hecho la Orquesta Filarmónica de Rotterdam. Con su proyecto, Roch no solo siguió enseñando a sus alumnos, sino que los hizo participar en una aventura muy humana. Buscando contagiar la amistad y la solidaridad más allá de las fronteras, este proyecto deja patente el valor de la música —y de las artes en general— para unir a los europeos en tiempos adversos. Recordar a los europeos la cultura que comparten impulsa la solidaridad y les demuestra cuánto tienen en común. Están unidos por el patrimonio y unidos en la lucha contra la COVID-19.

«Juntas creamos oportunidades para la participación ciudadana y la solidaridad»

Les Badass Solidaires Ayudan a los colectivos más afectados facilitando el intercambio de servicios fundamentales Bélgica, Bruselas

Nueve mujeres jóvenes de Bruselas crearon el grupo de Facebook «Solidarité Solidariteit Brussels Bruxelles Coronavirus» para lanzar un llamamiento a la solidaridad entre ciudadanos de a pie y organizaciones o profesionales médicos que necesitan ayuda. Este grupo sirve de nexo entre aquellas personas dispuestas a echar una mano y aquellas que necesitan que se la echen: casi todo el mundo quiere aportar su granito de arena, pero no sabe necesariamente cómo hacerlo. De la colaboración entre los miembros del grupo surgieron estrategias que realmente funcionan para ayudar a las personas que más lo necesitan y dar apoyo a los profesionales en primera línea. Gracias a esta iniciativa, la solidaridad no se queda en meras buenas intenciones: los voluntarios pueden consultar fácilmente dónde pueden ser más útiles.

«Cada día trabajamos para entender cómo funciona este virus y encontrar el modo de combatirlo»

Philippe a la vanguardia de la investigación para entender mejor y combatir el coronavirus Bélgica, Lovaina

Igual que muchos científicos en toda Europa, Philippe y sus compañeros de la Universidad Católica de Lovaina trabajan para entender mejor epidemias como la actual. Gracias al apoyo de los fondos de la Unión Europea, epidemiólogos como Philippe encarnan la respuesta científica europea ante la amenaza que representan los virus. Para hacer frente a epidemias como esta, la investigación es y será nuestra mejor arma: entender sus mecanismos es el primer paso para encontrar soluciones a las cuestiones de salud pública. Philippe y la comunidad científica en general están dirigiendo sus esfuerzos precisamente a este objetivo.

«Es mi deber seguir formando a los adultos del mañana»

Mihaela Trabaja en una academia. Da clases de programación en línea para niños Bélgica, Bruselas

Mihaela trabaja en la Logischool Montgomery, una academia que imparte clases de programación informática a niños y adolescentes en Bruselas. Cuando se decretó el confinamiento, el centro elaboró rápidamente tutoriales en vídeo y clases en línea para su alumnado. La crisis sanitaria actual ha puesto de manifiesto la crucial importancia de determinados ámbitos de investigación, como las tecnologías digitales, la robótica y la inteligencia artificial. Mihaela y sus compañeros creen que es su deber seguir formando a los adultos del futuro en estos campos para que, el día de mañana, Europa esté preparada para enfrentarse a desafíos similares a la actual pandemia y sus consecuencias. Las autoridades nacionales, regionales y municipales de toda Europa están volcándose en ayudar a sus habitantes, mientras el Fondo Europeo de Solidaridad ha puesto a disposición de los Estados miembros 800 millones de euros para ayudarles en su lucha contra el coronavirus.