La biblioteca pública municipal «Vincas Kudirka» de Kaunas se ha puesto a fabricar unas piezas, sencillas pero efectivas, que permiten abrir las puertas sin tocarlas. El equipo de la biblioteca puso a trabajar a todas las impresoras 3D con que contaba para fabricar unas piezas que se enganchan a las puertas para poder abrirlas sin tener que tocar el tirador o el pomo. No contentos con ello, el equipo de bibliotecarios e informáticos imprimió también cientos de pantallas faciales protectoras para los profesionales sanitarios.

Cuando la cadena de restaurantes de Odeta «Jurgis ir drakonas» se encontró con que tenía que tirar a la basura enormes cantidades de comida, decidió cocinar y ofrecer comidas a los equipos de trabajadores de los hospitales de Vilna y Kaunas. Una vez publicitada la iniciativa en las redes sociales, ciudadanos y empresas de todo el país se ofrecieron a colaborar: gracias a sus donaciones, Odeta y sus compañeros ofrecen comidas gratuitamente a los equipos médicos, pero también donan a los bancos de alimentos locales y a la gente que pasa necesidades.

Al haberse reorientado los servicios médicos durante la pandemia, algunos ciudadanos se han quedado sin sus médicos de cabecera, dentistas, fisioterapeutas o psicólogos. Mindaugas, que es médico, ha creado una página en Facebook en la que se puede pedir consejo médico y recibir una respuesta rápida (entre diez minutos y veinticuatro horas, dependiendo de la urgencia de la solicitud). Así, no solo los pacientes reciben consejo médico, sino que se alivia la carga de trabajo de los profesionales médicos en primera línea y se ahorran fondos públicos, que de este modo no es necesario destinar a tareas no tan esenciales o urgentes.

Junto con sus compañeros de Laisves TV («TV Libertad»), un medio online y una ONG, Gabija y Ieva lanzaron una campaña de microfinanciación colectiva para comprar equipos de protección individual para los hospitales, especialmente los que se encuentran en zonas más remotas, donde la situación es peor que en ciudades grandes. En dos semanas han recaudado ya más de dos millones de euros. También han estado colaborando con la industria de la moda local, ayudándoles a reconvertir su producción en equipos de protección.

Con la ayuda de un grupo de voluntarios, Robertas ha puesto en marcha la producción a gran escala de cientos de miles de componentes para los equipos de protección destinados al personal médico de Lituania. En seis semanas han fabricado más de 100 000 mascarillas quirúrgicas, más de 240 000 mascarillas antibacterianas desechables y mascarillas con filtros HEPA 10 y más de 20 000 monos y batas desechables. Gracias al trabajo de Robertas y su equipo de voluntarios, se ha podido subsanar parcialmente el desabastecimiento de material de protección. Estas iniciativas permiten al personal médico trabajar en condiciones de seguridad y no acabar engrosando las filas de los pacientes.

Con la ayuda de la comunidad tecnológica lituana, Eimantas, Tomas y sus compañeros de Tesonet han conseguido reunir 440 000 euros para comprar material médico destinado a los hospitales del país. Montaron el proyecto desde cero en apenas 72 horas y consiguieron suministrar al principal hospital de Lituania los codiciados respiradores, entre otros materiales sanitarios, como trajes de protección. También han entregado mascarillas de algodón a residencias de mayores. Estas iniciativas complementan el programa europeo RescEU, que ha permitido crear una reserva de material médico con el objetivo de abastecer rápidamente a los Estados miembros que sufran carestías de determinados equipos.