La propuesta de Resolución común ya era sesgada por cuanto el problema en Europa no es solamente la violencia de la extrema derecha neofascista, sino la violencia sectaria también de la extrema izquierda. El discurso del odio no puede calificarse de derechas o de izquierdas.
Estábamos y estamos de acuerdo con la condena total a la violencia neofascista —y por ello hemos votado a favor de esta propuesta de Resolución común—, pero no con que cada grupo político la manipulara para sus particulares fines domésticos.
Por esta razón, y buscando el consenso en la negociación de la propuesta de Resolución común con socialistas, populares y otros, renunciamos a que se recogieran los ataques sectarios y xenófobos del actual presidente de la Generalidad de Cataluña, Quim Torra, en los que calificaba, entre otros, a los castellanoparlantes como «bestias con forma humana».
Los grupos socialista, comunista y separatista vuelven a repetir su conducta ya que, en la Comisión de Peticiones, se admitió a trámite con nuestro voto a favor la manipulación política en TVE durante el mandato de Rajoy, pero ahora ellos han votado en contra de la apertura de un dosier idéntico respecto a TV3, también acusada de manipulación. Dos pesos, dos medidas.